En la era 2.0 recurrimos cada vez más a sitios web y redes sociales para encontrar respuestas a nuestras preguntas y testimonios de otros usuarios antes de hacer una compra o contratar un servicio. El sector de la salud no es una excepción. En la última década, el porcentaje de usuarios que buscan información médica por Internet se ha multiplicado por cinco, y no se contentan únicamente con ser actores pasivos, sino que también producen su propio contenido para interactuar con otros usuarios.

Son pacientes conectados que están en el corazón de un sistema de salud que tiende a ser más personalizado y coordinado. Por lo tanto, las opiniones y los testimonios son cada vez más importantes. En casos extremos, los testimonios negativos de pacientes insatisfechos han derribado una reputación online construida a lo largo de los años.
Opiniones de los usuarios: nuestra recomendación
El objetivo principal ha de ser de garantizar las buenas opiniones dejadas por los usuarios de Internet en los distintos canales del profesional. Para esto, la reactividad es el mejor aliado de este último: es necesario responder sin excepción a todas las dudas de los usuarios para demostrar la capacidad de proporcionar una solución a cada paciente. En el caso de un paciente satisfecho con una intervención, el profesional debería alentarlo a que deje una opinión positiva en la sección «Testimonio» de su web si tiene una o en su página social directamente. Asimismo, es imprescindible responder a las opiniones negativas y reclamaciones con franqueza y humildad; pidiendo disculpas cuando sea necesario hacerlo.
Sobre cómo hacer frente a opiniones negativas hablaremos en el próximo post. ¡Os esperamos entonces!