Tras unos meses tan extraños como inciertos, la mayoría de la población está deseando retomar la normalidad. Esto incluye también a los pacientes de la mayoría de clínicas y centros de salud, que se debaten entre actualizar sus visitas a médicos y otros profesionales sanitarios y sus ganas de tomarse unas vacaciones lejos del lugar en el que han estado confinados durante tanto tiempo.
Por su parte, los expertos tienen que gestionar unas medidas de seguridad muy restrictivas, que limitan la afluencia normal de pacientes, con una agenda muy complicada en la que se acumulan las citas pospuestas durante meses y la inminente llegada del periodo estival.
Encontrar un equilibrio en tan delicada situación es difícil, pero no imposible. Optimizar los recursos y canales de comunicación disponibles mediante una estrategia basada la organización y la transparencia es la clave para lograrlo.

El secreto de una buena comunicación:
Organizar, priorizar y transmitir
Antes de nada, es imprescindible organizar el calendario de trabajo, calculando cuántos pacientes se pueden atender en cada jornada, teniendo además en cuenta las vacaciones del personal y la posible reducción de horarios, habitual durante los meses de verano.
Con esto en mente, hay que revisar las fichas de los pacientes para detectar aquellos cuyos tratamientos o intervenciones pendientes a causa del Covid-19 sean prioritarios, y agendar las citas siguiendo el orden de más a menos urgente. Es casi imposible pretender que la agenda resultante encaje a la perfección con la de los pacientes, por lo que hay que prever la flexibilidad habitual en estos casos. Tampoco hay que tener miedo de decir no: las circunstancias actuales pueden obligar a posponer una cita o no poder atender a alguien en un momento dado, y es algo que seguro que los pacientes van a comprender.
Por último, hay que comunicar la apertura de agendas y la disponibilidad de citas. Llamar uno por uno a todos los contactos no es efectivo ni óptimo, por lo que debemos segmentar los canales: llamadas telefónicas/envío de WhatsApp (si disponemos de ese medio de forma habitual) a los más urgentes, envío de newsletter recordando la apertura de agendas a la base de datos habitual; y aprovechar las redes sociales para llevar a cabo una campaña de captación de nuevo público, con objetivos a corto y medio plazo (para ahora pero también de cara a septiembre) es la mejor estrategia para sacarle el máximo rendimiento a este verano.
Y tú, ¿ya has planificado tu estrategia de comunicación para estos meses? ¿Te ayudamos con ella?